TEMA No. 11
TEXTOS
DE LA VIDA COTIDIANA
Indicadores
de logro:
‐ Diseña
textos personales cotidianos como blogs o bitácoras, grafitis, grafitos o
graffitis, comics o historietas, caricaturas, mangas, con cohesión,
coherencia y corrección gramatical.
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Los textos personales, narran y
describen lo cotidiano y lo trascendente de cada quien. Hablan de los sucesos
del aquí y del ahora; así como del pasado o de proyecciones del futuro, a
partir de emociones y experiencias íntimas con uso de registros o variaciones
del lenguaje condicionadas por la situación comunicativa. Estas acciones de
narrar, describir y hablar en forma emotiva, ayudan a confrontar realidades
propias y a poner en orden situaciones de la vida diaria.
Entre los textos personales existen los
diarios, las memorias, las autobiografías, los cuadernos de viaje, las cartas,
los mensajes electrónicos, las agendas, las bitácoras y las notas de clase,
entre otras. Permiten establecer la comunicación con un trato más familiar, por
lo que el lenguaje es más coloquial.[1]
‐ Diario personal
El diario personal (o
simplemente diario) es un subgénero de la biografía y
en concreto de la autobiografía. Se trata de un texto que, de manera fragmentaria y con el registro de la
fecha, suele destinarse a una lectura ulterior y privada de quien lo
confeccionó. Se llama también diario el libro que lo contiene.
Un diario se puede usar para dejar
constancia de citas futuras u otras actividades planeadas, en cuyo caso se
denomina agenda o dietario y posee un carácter
pragmático no literario relacionado habitualmente con la esfera laboral o con
los negocios. Si se trata de un diario íntimo, se escriben meditaciones o
hechos pasados recientes que afectan al autor, que derivan a veces en profundas
exploraciones de la mente. También puede plantearse como un lugar donde
expresar o desahogar los sentimientos. Algunos diarios personales se han
popularizado como relatos testimoniales de la época que le tocó vivir a quien
lo escribió, como el caso del célebre Diario de Ana Frank. Diarios personales
imaginarios constituyen, a veces mezclados con el género epistolar, la estructura de algunas novelas
famosas como Frankenstein o el moderno Prometeo,
de Mary
Shelley, y Drácula, de Bram Stoker.
El diario íntimo también ha sido incorporado como una estrategia narrativa, por
el cual el lector puede ver lo que ocurre en la mente del narrador autodiegético. Un ejemplo de esto
es la novela de Nikolái Gógol, Diario de un loco.[2]
‐ Blogs o bitácoras
El nombre bitácora está basado en los
cuadernos de viaje que se utilizaban en los barcos para relatar el desarrollo
del viaje. Aunque el nombre se ha popularizado en los últimos años a raíz de su
utilización en diferentes ámbitos, el cuaderno de trabajo o bitácora ha sido
utilizado desde siempre. Ahora bien, el término es usado también para nombrar
un registro escrito de las acciones que se llevaron a cabo en cierto trabajo o
tarea. Esta bitácora incluye todos los sucesos que tuvieron lugar durante la realización
de dicha tarea, las fallas que se produjeron, los cambios que se introdujeron y
los costos que ocasionaron.
La bitácora de trabajo es un cuaderno en
el cual estudiantes, diseñadores y trabajadores de empresas en general, entre
otros, desarrollan su trabajo, anotan cualquier información que consideren que
puede resultar útil para su trabajo.[3]
En el lenguaje común, el grafiti es el
resultado de pintar textos abstractos en las paredes de manera libre, creativa
e ilimitada con fines de expresión y divulgación. Su esencia es cambiar y
evolucionar buscando ser un atractivo visual y con un alto impacto, como parte
de un movimiento urbano revolucionario y rebelde. Por lo tanto, una pintada
política no se considera un grafiti como tal. El grafiti se realiza de manera
espontánea, veloz, en lugares públicos, y en algunas ocasiones se mantiene el anonimato.[4]
‐ Comics o historietas
Se llama historieta o cómic a una «serie de dibujos que
constituyen un relato»,
«con texto o sin él», así como al medio de comunicación en su conjunto. Partiendo
de la concepción de Will Eisner de esta narrativa gráfica como un arte secuencial, Scott
McCloud llega a la siguiente definición: «Ilustraciones yuxtapuestas y
otras imágenes en secuencia deliberada con el propósito de transmitir
información u obtener una respuesta estética del lector». Sin embargo, no
todos los teóricos están de acuerdo con esta definición, la más popular en la
actualidad, dado que permite la inclusión de la fotonovela y,
en cambio, ignora el denominado humor
gráfico.
El interés por el cómic
«puede tener muy variadas motivaciones, desde el interés estético al
sociológico, de la nostalgia al oportunismo». Durante buena parte de su
historia fue considerado incluso un subproducto cultural, apenas digno de
otro análisis que no fuera el sociológico, hasta que en los años 60 del pasado
siglo se asiste a su reivindicación artística, de tal forma que Morris y luego Francis
Lacassin han propuesto considerarlo como el noveno arte,
aunque en realidad sea anterior a aquellas disciplinas a las que habitualmente
se les atribuyen las condiciones de octavo (fotografía,
de 1825) y séptimo (cine, de 1886). Seguramente, sean este último medio y la literatura
los que más la hayan influido, pero no hay que olvidar
tampoco que «su particular estética ha salido de las viñetas para
alcanzar a la publicidad, el diseño, la moda y, no
digamos, el cine».
Las historietas suelen
realizarse sobre papel, o en forma digital (e-comic, webcómics y
similares), pudiendo constituir una simple tira
en la prensa, una página completa, una revista o un libro (álbum, novela
gráfica o tankōbon). Han sido cultivadas en casi todos los países y abordan multitud de géneros. Al profesional o aficionado que las
guioniza, dibuja, rotula o colorea se le conoce como historietista.[5]
Una caricatura (del italiano caricare:
cargar, exagerar) es un retrato que exagera o distorsiona la
apariencia física de una persona o varias, en ocasiones un retrato de la sociedad
reconocible, para crear un parecido fácilmente identificable y, generalmente, humorístico. También
puede tratarse de alegorías. Su técnica usual se basa en recoger los rasgos
más marcados de una persona (labios, cejas, etc.) y exagerarlos o
simplificarlos para causar comicidad o para representar un defecto moral a través
de la deformación de los rasgos.[6]
Manga es la palabra japonesa para
designar a las historietas en general. Fuera de Japón,
se utiliza exclusivamente para referirse a las historietas niponas.
El manga abarca
una amplia variedad de géneros, y llega a públicos diversos y personas adultas.
Constituye una parte muy importante del mercado editorial de Japón y motiva
múltiples adaptaciones a distintos formatos: series de animación, conocidas
como Anime,
o de imagen real, películas, videojuegos y
novelas. Cada semana o mes se editan nuevas revistas con entregas de cada
serie, al más puro estilo del folletín,
protagonizadas por héroes cuyas aventuras en algunos casos seducen a los lectores durante años. Desde
los años ochenta, ha ido conquistando también los mercados occidentales.[7]
Actividad sugerida: redacta bitácoras, diarios personales, historietas, comics; diseña graffitis, mangas, etc., con cohesión y coherencia.
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