TEMA No. 17
SIGNOS DE PUNTUACIÓN EN DIVERSOS TEXTOS
INDICADOR DE LOGRO: redacta textos variados
utilizando correctamente los signos de puntuación.
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El punto
El
punto (.) es el signo de puntuación que se coloca al final de los enunciados y
las oraciones gramaticales en el español,
además en la mayoría de los lenguajes con el alfabeto
latino. Se escriben sin dejar espacio de separación con el carácter que
precede, pero dejando un espacio con el carácter que sigue a continuación, a no
ser que dicho carácter sea de cierre. Existen tres clases de punto: el punto y
seguido, el punto y aparte y el punto final.
·
Punto y seguido. Separa enunciados dentro de un párrafo. Quiere decir que se
continúa escribiendo a continuación del punto; la primera letra escrita en este
caso irá en mayúscula. Por ejemplo: «Historia de España. El descubrimiento de
América». Se denomina punto y seguido, nombre más lógico y
recomendable que el también usual de punto seguido.
·
Punto y aparte. Separa dos párrafos de contenido diferente dentro del texto. A
continuación hay que comenzar a escribir en línea distinta. Para seguir las
normas se debe colocar sangría a la primera línea de texto del nuevo párrafo.
Se denomina punto y aparte, aunque en algunas zonas de América se
dice punto aparte.
·
Punto final. Siempre se coloca al final, cerrando un texto o enunciado. No es
correcta la denominación punto y final, creada por analogía de las
correctas punto y seguido y punto y aparte.
También
se usa el punto para indicar que la palabra anterior es una abreviatura. En
este caso se escribe la abreviatura seguida del punto y se continúa escribiendo
de forma usual. Esta última clase de punto no se aplica en determinadas
abreviaturas como puntos cardinales, acrónimos o
medidas, que se consideran símbolos.
La coma
La
coma (,) es un signo de puntuación que señala una breve pausa dentro del
enunciado. Se emplea para separar los miembros análogos de una enumeración o serie, ya sean
palabras o frases, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni.
Por ejemplo:
—María
volvió a casa, hizo los deberes, cenó y se fue a la cama. —Mi casa
tiene muebles, mesas y cuatro camas.
Hay
tendencias que admiten su uso para separar dos miembros independientes de una
oración, haya o no conjunción entre ellos, siempre y cuando sean realmente
independientes; pues, si no, estaríamos en el caso anterior:
—Los
soldados saludaban, la gente aplaudía y los niños no paraban de cantar.
También
se utiliza para delimitar o aislar una aclaración o inciso (palabras u
oraciones incidentales):
—Nacho,
mi primo, acaba de conseguir su primer empleo.
Las
locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas
y seguidas de coma, tales como: en efecto, es decir, en fin, por
consiguiente.
Indicar
que una o varias palabras han sido suprimidas por razones gramaticales o de
estilo (asíndeton, elipsis).
Este
signo de puntuación (:) representa una pausa mayor que la de la coma y menor
que la del punto. Detiene el discurso para llamar la atención sobre lo que
sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente.3 Un
uso importante y frecuente de este signo es introducir citas textuales (uso que
a veces se le atribuye incorrectamente a la coma).
El
punto y coma (;) es un signo de puntuación; gramaticalmente, se utiliza para
unir dos oraciones relacionadas en una sola frase (yuxtaposición):
—María
estaba apenada por el examen. + María tendrá que estudiar más. = María
estaba apenada por el examen; tendrá que estudiar más. —Está
lloviendo mucho. + No podremos ir caminando. = Está
lloviendo mucho; no podremos ir caminando.
Generalmente
se puede sustituir por construcciones del tipo:
—María
estaba apenada por el examen y tendrá que estudiar más. —No
podremos ir caminando porque está lloviendo mucho.
También
sirve para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de
expresiones que incluyen comas:
—Había
que estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el mar y el
viento; dormir sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas medio rotas.
Además,
se usa delante de las conjunciones o locuciones como pero, más, aunque,
sin embargo, por tanto y por consiguiente cuando los
períodos tienen cierta longitud:
—Creemos
en la creatividad y la ruptura de los opresores cánones antiguos como medio de
vida; no obstante, somos conscientes de que es necesario mantener un mínimo de
tradición en nuestros trabajos.
Las Comillas
Las
comillas (« », “ ”, ‘ ’) son signos de puntuación que se ponen al
principio y al final de las frases, palabras escritas como citas, ejemplos, de
aquellas que se quiere destacar, ya sea por importancia que le dé el autor o
por su carácter irónico, vulgar o extranjero e impropio de la lengua que se
está usando. A pesar de que está verdaderamente extendido el uso de las
comillas inglesas (“ ”) es preferible emplear antes las angulares o españolas
(« ») y reservar aquéllas, y finalmente las simples (‘ ’), para cuando
deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. Se utilizan, por
ejemplo:
- Para citar
textualmente algo: p. ej., «Me dijo que “supuestamente llegaría hoy”».
- Para
señalar palabras usadas en un sentido distinto del normal, con el fin de
indicar que se han seleccionado intencionalmente y no por error.
- Para
indicar la intención irónica o sarcástica del empleo de una palabra.
- Para
indicar algo sobre una palabra o expresión.
- Para
presentar el significado de una palabra o expresión.
- Para
destacar que una palabra o expresión es extranjera, se trata de un apodo o
de un seudónimo.
En
español se utilizan tres tipos de comillas:
- Comillas
castellanas, latinas, españolas, angulares dobles o guillemot (« »).
- Comillas
dobles o inglesas (“ ”).
- Comillas
simples (‘ ’).
Asimismo,
se distingue entre comillas de apertura («, “, ‘) y comillas de cierre (», ”,
’).
Cada
uno de estos signos tiene su propio uso. Como norma general, como primera
opción se utilizan las comillas angulares. Si dentro de lo ya entrecomillado
apareciera una segunda cita, se utilizarían otras comillas, siendo preferibles
las inglesas, para dejar como recurso final las simples. Lo más frecuente es
entrecomillar, desde fuera hacia dentro, en el orden siguiente:
«...“...‘...’...”...»
Las
comillas simples se utilizan para marcar ejemplos en casos en que no resulta
apropiado el uso de la cursiva. También se prefiere su uso para presentar el
significado de una palabra:
«—El
autor dijo: “Las comillas ('signos de puntuación utilizados para demarcar
niveles distintos en una oración') se usan profusamente en mi obra”.»
Dice
la norma que los signos de puntuación de una oración que contiene un texto
entrecomillado deben colocarse después de las comillas de cierre, excepto
cuando ese texto no pertenezca a ninguna otra oración, es decir, cuando la
frase u oración entrecomillada sea individual.
En
español no se deja espacio alguno entre las comillas y su contenido. Cada
idioma tiene sus propias normas de aplicación de las comillas.
Los Paréntesis
Los
paréntesis (en singular paréntesis) son signos de puntuación. Se
usan en pares para separar o intercalar un texto dentro de otro o para hacer
una aclaración. Los distintos tipos son:
- Los
paréntesis propiamente dichos (
).
- Los
corchetes [ ].
- Las llaves
'{ }'.
Para
distinguir ambos paréntesis se usa decir:
- Paréntesis
que abre o paréntesis izquierdo al símbolo (.
- Paréntesis
que cierra o paréntesis derecho al símbolo ).
Igual
que las comillas, cuando se han de emplear varias veces en un mismo fragmento
se utilizan de la siguiente manera: (...[...{...}...]...)
El
signo de interrogación (¿?) es un signo de puntuación que denota una pregunta. Su
origen se encuentra en el latín. La palabra «cuestión» viene del latín questio, o
'pregunta', abreviado como «Qo». Esta abreviación se transformó en el signo de
interrogación.
En
la mayoría de los idiomas se utiliza un único signo de interrogación al
final de la frase interrogativa: How old are you? (inglés; en
español «¿Cuántos años tienes?»). Este fue el uso habitual también en español,
hasta mucho después de que la segunda edición de la Ortografía de la
Real Academia, en 1754, declarase preceptivo iniciar las preguntas con el
signo de apertura de interrogación invertido (¿), y terminarlas con el signo de
interrogación ya existente (?) («¿Cuántos
años tienes?») al tiempo que se ordenaba lo mismo para los signos de
exclamación (¡) y (!). La adopción fue lenta, y se encuentran libros, incluso del
siglo XIX, que no utilizan tales signos de apertura. Finalmente se generalizó,
seguramente debido a que la sintaxis del español no ayuda en muchos casos a
deducir en qué momento se inicia la frase interrogativa, como pasa en otros
idiomas.
Una
variante que no llegó a generalizarse fue la de utilizar la apertura sólo
cuando el enunciado fuera largo, o con riesgo de ambigüedad,
pero no para las frases breves y claramente interrogativas, como «Quién vive?».
La influencia del inglés está haciendo retornar este viejo criterio. Incluso es
común que en las salas de chat o conversaciones en línea en
español se use solamente el signo (?) para preguntar, ya que ahorra tiempo al
momento de presionar las teclas. Esto podría no tener gran importancia debido a
que se está utilizando en conversaciones informales.
Debe
escribirse siempre uno para abrir (¡) y otro para cerrar (!),
independientemente de la longitud de la frase, oración o fragmento que
encierren. Se utilizan para señalar el carácter exclamativo de una oración. Se
escriben para empezar y finalizar una oración exclamativa, exhortativa o
imperativa. También van entre signos de exclamación las interjecciones:
- — ¡Siéntate!
- — ¡Qué
linda eres!
- — ¡Cuidado
con el perro!
Los
puntos suspensivos (…) son tres puntos sin espacios entre ellos, son un único
signo de puntuación que se utiliza al final de una palabra, frase u oración en
lugar del punto u otro signo. Se utilizan para dejar en duda, continuación o en
suspenso una acción y son alineados horizontalmente al nivel de la línea base
de escritura.
El
guion (-), de menor longitud que la raya,4 tiene
tres usos prinicpales. En primer lugar, se utiliza como signo para unir
palabras.4 En
segundo lugar, muestra la división de palabras a final de una línea4 y,
en tercer lugar, se usa en obras como diccionarios para
marcar la separación entre las sílabas que
componen las palabras.4
La raya
La
raya (—), que no debe confundirse con el guion bajo (_) —especialmente en
contextos informáticos— ni con el guion (-) —el cual es más corto— ya que
tienen usos y significados muy diferentes, se usa para introducir un inciso
dentro de un período más extenso y para señalar en los diálogos la intervención
de cada locutor y los comentarios e incisos del narrador. Se escriben dos, una
para abrir y otra para cerrar, excepto cuando el diálogo no prosigue, que es
recomendable suprimir la última y sustituirla por el obligatorio punto; además,
se escriben separadas del resto de la frase con un espacio, y pegadas al propio
inciso. En el caso de los incisos puede sustituir a la coma para mayor
aislamiento de los mismos, y también a los paréntesis, pero para expresar uno
menor.5
Usos
de la raya:
- Para
encerrar los elementos intercalados, en lugar de comas:
- Las
prendas del espíritu joven —el entusiasmo y la esperanza— corresponden,
en las armonías de la historia y la naturaleza, al movimiento y a la luz.
- Para
lograr una buena imagen —que impacte— cuida tus modales.
- No iré
sino mañana —dijo el niño.
- En los
diálogos de estilo directo, para separar el discurso de cada personaje:
—Luis,
la primera impresión en una entrevista es definitiva.
—Lo
sé y me estoy preparando.
—Te
deseo mucho éxito.[1]
La lambda
La lambda, diple o
diplé, símbolo formado por dos líneas que convergen en un ángulo a la derecha
(>) o a la izquierda (<), se llama también antilambda, porque
su figura se parece a la forma mayúscula de la letra griega lambda (Λ), dispuesta
horizontalmente.
«El nombre
alternativo diple responde a la denominación latina
tradicional de signo >, cuya forma inversa (<) fue denominada diple
aviesa (‘torcida, inversa’) por san Isidoro. La diple comenzó a
utilizarse en los márgenes de los manuscritos griegos y latinos para indicar
que en la línea por ella señalada había un pasaje relevante o una palabra digna
de glosa. Posteriormente, este signo fue adoptado en los manuscritos medievales
para señalar las citas, en especial las bíblicas. La introducción del signo
inverso (<), junto con la posterior duplicación de cada uno de ellos en los
textos impresos, constituye el primer paso hacia el establecimiento de las
actuales comillas (« »).
Actividad sugerida: redacta diversos textos utilizando correctamente los signos de
puntuación.
TALLER FORMATIVO
SIGNOS DE PUNTUACIÓN
Ejercicio 1
a. Con
la puntuación de los textos escritos, se espera reproducir la entonación de la
lengua oral. La puntuación es una parte importante de la ortografía de nuestro
idioma. De ésta depende, en gran parte, la correcta expresión y comprensión del
discurso escrito; lo organiza y evita falsas interpretaciones.
No es lo
mismo decir: No llegó (Esta expresión representa una
negación)
Que decir: No, llegó (Esta expresión es una afirmación)
Recuerda que los signos de puntuación tienen un rol
fundamental en la comunicación escrita.
Intenta leer el siguiente texto. Luego, coloca los
signos de puntuación que se han omitido:
Rosa la tía era
una campesina fuerte y entusiasta Vivía
en una casita blanca rodeada de flores gatos perros y gallinas Tenía por
costumbre levantarse a pesar de sus
setenta años con la salida del sol Según
ella todo era maravilloso a esa hora El
aire fresco la rejuvenecía el rocío la transportaba a su infancia y el trinar de
las avecillas la animaban a trabajar Sin
embargo ella sentía nostalgia es decir
se entristecía por el hijo ausente Ella perdió a su hijo la comunidad su
alegría permanente
- Compara la puntuación que realizaste en el texto “La tía Rosa”, con el texto original y verifica tus aciertos.
Rosa, la tía,
era una campesina fuerte y entusiasta.
Vivía en una
casita blanca rodeada de flores, gatos, perros y gallinas.
Tenía por costumbre
levantarse, a pesar de sus setenta años, con la salida del sol.
Según ella, todo
era maravilloso a esa hora. El aire fresco la rejuvenecía, el rocío la
transportaba a su infancia, y el trinar de las avecillas la animaba a trabajar.
Sin embargo, sentía
nostalgia
Sentía
nostalgia, es decir, se entristecía por el hijo ausente.
Ella perdió a su
hijo; la comunidad, su alegría permanente.
Ejercicio 2
Cuéntase de un señor que, por ignorancia o malicia,
dejó al morir el siguiente escrito, falto de todo signo de puntuación:
Dejo mis bienes
a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al
sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo
Escribe el párrafo de tal forma que en la primera
vez le quede al sobrino Juan, en el
segundo intento le quede a Luís, en el tercero al Sastre, el cuarto a los
Jesuitas y en el último caso no le quede a ninguna persona.
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